La chica pasea sola de vuelta a casa. Está sola y es de noche. La invade la extraña sensación de que alguien la persigue.
Creo que me están siguiendo- piensa la chica con temor-.
Por fin llega a casa… pero encuentra la puerta abierta.
¡Oh no! Alguien ha entrado.
La chica entra temerosa por lo que pueda encontrar. Al entrar, las luces se encienden y puede ver a sus padres y hermanos esperándola en el salón con una tarta para celebrar su cumpleaños.
-¡Ah!- Exclama la chica al ver aquello.-
-¡Oh!- Dicen los padres preocupados al ver la cara de miedo a la vez que alivio de su hija.-
– ¿Qué pasa?- Pregunta su hermano pequeño.-
La chica comienza a llorar desesperada y les relata su camino de vuelta a casa.
-Venía de casa de la tita y me he asustado porque creía que alguien me seguía- cuenta la chica entre lágrimas-.
-Jijiji- se ríe su hermano pequeño-.
Todos se ríen ante la historia que la chica había relatado, por la gran diferencia que hay con la realidad.
-JAJAJAJA.
Después de reírse durante unos minutos, comenzaron a partir el pastel y a comérselo.
-Yummy.
La chica abrió todos sus regalos felizmente cuando se terminó su trozo de tarta.
Lucía López Serrano, 3ºB de ESO