Introducción
El origen del garbanzo se remonta a Turquía, extendiéndose posteriormente hacia el resto de los países. El garbanzo se siembra con preferencia en los terrenos de consistencia ligera.

Si los suelos son ácidos, las plantaciones pueden tener problemas de fusarium. Si hay muchas precipitaciones, la plantación se empapa de agua y pueden dar lugar a la asfixia radicular. Al igual que el resto de cultivos, el garbanzo es sensible a la sal del presente en el agua de riego.
Cuando se riega con aguas muy saladas, las sales se acumulan en la parte superior del substrato formando una capa de color blanco. Pero también se produce este fenómeno cuando existe un mal drenaje del terreno que impide que las sales sean lavadas, de manera que se van acumulando en el terreno.
Un exceso de sal perjudicará a las plantas. Por lo que regar con agua salada contribuye al proceso de salinización de terreno.
Por otro lado, el calcio y el magnesio son cationes que forman parte de los complejos estructurales que forma el suelo generando una estructura granular apropiada para los cultivos.
El exceso de iones de sodio desplaza el calcio y el magnesio y provoca la dispersión y desegregación del suelo. El suelo se vuelve duro y compacto en condiciones secas y reduce la infiltración del agua y del aire a través de que conforman el suelo.
En este trabajo vamos a estudiar el efecto de la sal en agua de riego y como el calcio puede ayudar o no a evitar el efecto salino en los cultivos.

Materiales
- Garbanzos de consumo deshidratados
- Vasos de plástico y jeringas
- Mantillo y piedras
- Sal, agua y acetato de calcio

Procedimiento
En primer lugar se procede a realizar seis grupos de ensayo, numerados del uno al seis. Cada grupo tendrá cinco muestras de modo que tendremos 30 plantas de garbanzo.
Cada muestra estará formada por 10 g de piedras que se colocarán en el fondo del vaso y 50 g de mantillo. Cada uno de los vasos tendrá cuatro perforaciones en su fondo para facilitar la salida del exceso de agua.

Cada grupo se regará con 10 de una disolución que presenta una cantidad distinta de sal, desde 0 g/L a 5 g/L, y en el último grupo se añadirá 0,2 g/L de calcio para evaluar el efecto del calcio en la inhibición del sodio. En la tabla nº1 se muestra la composición del sustrato y en la Tabla nº2 la de cada uno de los grupos.


Resultados
Los resultados de crecimiento se muestran en la Gráfica nº 1, y se observa que en cada grupo el crecimiento aumenta conforme pasan los días, incluso en los dos últimos grupos, que presentan mayor contenido de sal.

Por otro lado, el crecimiento de la planta con respecto al grupo control se muestra en la Tabla nº 3, en donde se observa que el crecimiento en porcentaje decrece a medida que aumenta el porcentaje de sal siendo más bajo en el grupo 6 que presenta sal y calcio en el agua de riego, que puede ser debido a que el sodio se intercambia con el calcio en el materia orgánica, de modo que queda menos disponible para la planta, pero si añadimos calcio se impide ese intercambio y por tanto la planta estará más sujeta a estrés por sodio ralentizando su crecimiento.

Conclusiones
Según los resultados obtenidos tras un periodo de 29 días y nueve riegos de agua con distinta cantidad de sal (en función del grupo), se observa que la sal afecta al desarrollo de la planta, presentando variaciones desde un 5% (grupo 1) a un 20 % (grupo 5).
En el caso de evaluar el efecto del calcio en la inhibición del sodio, se observa que el efecto es el opuesto al esperado, ya que en vez de presentar valores mayores al 80%, su valor es un 60%, es decir, las plantas presentan un menor desarrollo cuando se añade la misma cantidad de sal que en el grupo 5 y un aporte extra de calcio.
La posible explicación radica en que el sodio desplaza a los iones calcio y magnesio del suelo, quedando retenidos junto con la materia orgánica, pero cuando añadimos un aporte extra de calcio en el agua, este efecto de desplazamiento no se produce y por tanto las raíces se encuentran más expuestas al efecto salino y por tanto presenta los síntomas propios de plantas afectadas con exceso de sal, es decir:
- Hojas con poco vigor.
- Coloración amarilla.
- Márgenes de las hojas marrones.
- Brotes jóvenes marrones
El principal efecto de una elevada sodicidad es la rotura de la estructura física del suelo, llegando a sellarse los poros por donde se mueve la solución del suelo con todos los nutrientes. Esto conlleva una falta de aireación, un encharcamiento e incluso un colapso del suelo. Esta falta de aireación y/o encharcamiento puede producir una asfixia radicular del cultivo afectando el rendimiento en primer lugar y pudiéndose llegar a la muerte de la planta.

Bibliografía
Para realizar este trabajo se han consultado la siguiente bibliografía.
Autoras
Realizado en la materia de Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional de 4º ESO
Nuria Barbudo Galán
Eva María Cuadrado Pérez
Rafaela del Carmen Cuadrado Agüera